El sexto día en España
Barcelona

Íbamos a ir a Barcelona en el avión de las 9:50 ese día. Registramos nuestra salida a las 6:30 y fuimos al parqueo con el empleado del hotel. El parqueo estaba cerca del hotel. Llegamos al aeropuerto en unos 20 minutos. La compañía de alquiler de autos no estaba abierta, y tuvimos que aparcar el coche en un lugar y colocar la llave en una caja especial.

El mostrador en el aeropuerto abrió y fuimos a los controles de seguridad. En el control de seguridad solo yo tuve una inspección especial. Tocaron mi ropa y mi bolsa con papel especial y colocaron el papel en una máquina para probar la reacción para saber si era droga. Era una inspección al azar que la mayoría de personas no ha experimentado pero fue la segunda vez para mí. Nunca gano la lotería, pero gano cosas como esa. Por supuesto el resultado fue negativo.


El aeropuerto de Granada

Como llegamos temprano al aeropuerto, pudimos desayunar despacio. El avión despegó a las 9:50 y llegó a Barcelona a las 11:20, a tiempo. Durante hora y media de vuelo, John y yo dormimos profundamente.

Fuimos al hotel en taxi desde el aeropuerto. Según el taxista era necesario hacer una reserva para entrar a la sagrada familia, por supuesto y también era necesario hacer una reserva por internet para entrar al Parque Güell. Íbamos a ir al Parque Güell por eso fue bueno escucharlo.

Llegamos al hotel en menos de 30 minutos y pagamos €35.00 incluyendo la propina. Creí que usar taxi fue la mejor forma de tener en cuenta el tiempo y el equipaje de cuatro personas.

Hotel EXE Laietana Palace es un hotel de 4 estrellas en la zona gótica de Barcelona. La estación del metro que se llama "Jaume primero" estaba justo frente a nuestro hotel, pero no habíamos usado el metro en Barcelona. El hotel era moderno y el tamaño era mediano.

Aunque no era hora de registrarnos, nos dijeron que ya habían preparado una habitación para John y para mí. Kanako y Richard llegaron a nuestra habitación para dejar su equipaje. Era la habitación de una esquina y podíamos ver un sitio arqueológico frente a la ventana. Era una excelente ubicación para estar tres noches en Barcelona.


Vista desde la ventana de nuestra habitación en el hotel

Primero hicimos una reserva por mi teléfono inteligente para entrar al Parque Güell al que íbamos a ir al día siguiente. Pudimos reservar los billetes de las 18:00. El billete incluía el servicio de autobús desde la estación más cercana, Alfons X costaba €10.00 por persona.

Entonces salimos para hacer turismo en la ciudad. John fue a dejar su mochila porque quería moverse ligeramente. Le dije que debería llevarla porque no sabía qué pasaría, pero no me escuchó.

Primero nos dirigimos al museo Picasso, cerca del hotel. Barcelona es una gran ciudad y cuando estábamos caminando por la calle principal, creí que no era muy diferente a Tokio. Sin embargo en la calle de atrás había edificios extraños y sitios arqueológicos y era una ciudad en la que quería dar un paseo lentamente.

Llegamos al museo Picasso en unos 5 minutos, sin perdernos. Pagamos €12.00 por persona y entramos sin hacer cola. El museo exhibe las obras de Picasso desde cuando él era niño. Picasso me recordaba las obras de arte que habían sido difíciles de entender, pero sabía que había muchas obras normales.

No era un gran museo, pero había gran cantidad de obras y parecía que tradaría mucho tiempo ver cada obra cuidadosamente. No me interesa tanto el arte, así que di la vuelta en el edificio y estuve esperando sentada en una silla. John se interesa mucho en el arte y Kanako se graduó de una universidad de arte por eso estaban viendo las obras, en serio.


El Museo Picasso

Después de salir del museo, nos dirigimos al Palau de Música Catalana que está a unos 10 minutos desde allí. En el camino unos niños dibujaban en la carretera. Pensé que era un país en el que nacen muchos artistas. John les habló a los niños en español. Le decían algo a John, pero no pude entenderlo porque hablaban muy rápido. Cuando mi sobrina era niña, John hablaba mucho con ella y podía mejorar su japonés. Hablar con niños puede ser muy buena práctica.


Los niños

Nos despedimos de los niños y pronto encontramos el Palau de Música Catalana, de ladrillo. El Palau de Música Catalana es una obra maestra del arquitecto Montaner y se ha registrado como Patrimonio de la Humanidad. Es la sala de conciertos que fue construida en 1908 para el famoso coro de la región Catalana que se llama Orpheo Catalan.

En 5 minutos habría un tour, a las 16:00 y compramos los billetes. Un mini concierto de piano estaba incluido y costaba €25.00 por persona.


El Palau de Música Catalana

Dimos la vuelta al edificio con la guía. Era un edificio hermoso y artístico. Especialmente el gran salón era maravilloso. El candelabro de vidrio en el techo era espléndido. En el gran salón disfrutamos del mini concierto de piano. No me interesa tanto el arte, pero me encanta la música clásica por eso fue un momento muy lujoso y elegante para mí.


El gran salón del Palau de Música Catalana

Después del tour de una hora, tomamos un tentempié en la cafetería del primer piso del edificio. No habíamos comido desde que desayunamos en el aeropuerto así que teníamos hambre. La cafetería era muy elegante y parecía cara, pero los precios eran razonables. Nuestros estómagos estaban contentos y nos dirigimos a la catedral de Santa Eulalia.

La catedral estaba muy cerca de nuestro hotel. La catedral de Santa Eulalia fue construida desde el siglo XIII hasta el siglo XV, por aproximadamente 150 años. Después de eso la renovaron varias veces y llegó a tener su forma actual a principios del siglo XX. Pagamos €7.00 por persona y entramos.

El interior era hermoso y había muchas decoraciones maravillosas pero no era tan brillante, era diferente a otras catedrales. Subimos al ascensor dentro de la catedral.


La catedral de Santa Eulalia

El ascensor llegó al techo de la catedral. En Japón nos dicen que no veamos a Dios desde arriba, por eso me sorprendió. La vista de Barcelona desde el techo de la catedral fue increíble. Pudimos ver la sagrada familia a lo lejos. Un hombre nos pidió tomarle una foto. Él era italiano y hablamos un poco en español simple.


El techo de la catedral de Santa Eulalia

Después de salir de la catedral nos dirigimos a la Casa Güell. En el camino, había mucha gente frente al edificio en la plaza. Le preguntamos a una mujer que estaba cerca y nos dijo que el edificio era el ayuntamiento y la gente estaba esperando el comienzo del festival de Barcelona. El festival comenzó en 1871 para nuestra Señora de la Ciudad, Merce. Entonces la proyección mapping comenzó en la pared del edificio del ayuntamiento y la gente de Barcelona celebraba bebiendo cerveza.


El ayuntamiento

En ese momento la tarjeta SD de la cámara de John estaba llena. Y la batería estaba casi vacía. La tarjeta SD y la batería extra estaban en la mochila que había dejado en el hotel. John y yo tenemos una cámara Cannon SLR cada uno, pero la cámara de John es más cara. Obviamente era mejor tomar fotos con la cámara de John. En mi mente dije "por eso te dije que era mejor traer tu mochila" pero le di la batería de mi cámara. Kanako le prestó una nueva tarjeta SD. Desde entonces yo estuve tomando fotos con mi teléfono inteligente.

Según mi libro guía, la casa Güell iba a cerrar a las 20:00 por eso nos dirigimos a allí rápidamente. Sin embargo en el camino en la avenida que se llama Las Ramblas, había mucha gente. Porque había comenzado el festival de Merce. Había un gran desfile tirando unas muñecas grandes y había muchos espectadores alrededor del desfile. Las Ramblas también es un destino turístico popular pero estaba tan llena de gente que no pudimos tener la vista regular de la avenida. Avanzábamos poco a poco y llegamos a la casa Güell casi a las 19:30, finalmente.

Sin embargo nos dijeron que la entrada de los clientes generales había finalizado y solo hubo un tour con un guía incluyendo una proyección mapping de las 20:00. Pagamos €18.00 por persona y compramos el tour.

Mientras esperábamos el tour, había un hombre con un perro enfrente de la entrada. Era un perro grande, pero era muy gracioso y John le preguntó si le podía tomar unas fotos y el hombre respondió "Sí". Después de ver la cámara y el lente de john, él quiso ver las fotos de su perro. John se las mostró y el hombre estaba muy feliz y el perro parecía que quería verlas también.


El perro

El hombre tenía un tatuaje con una frase en su brazo y John le preguntó el significado. Le dijo que la frase era para su esposa enferma y significa que "todos tienen derecho a vivir". Si hubiéramos estado en Kenia, primero nos habría cobrado por tomarle fotos a su perro. Entonces después de hablar sobre su esposa enferma, nos habría pedido dinero otra vez. Pero los españoles no son así. Sinceramente recé para que su esposa se recuperara.

A las 20:00 comenzó el tour. Era una guía en inglés y había casi 20 personas en el grupo. La Casa Güell es una de las primeras obras maestras de Gaudí y se ha registrado como Patrimonio de la Humanidad. El señor Güell era un hombre de negocios y el mejor amigo y el más grande patrón de Gaudí. Para construir la casa Güell, Gaudí trabajó 4 años para el señol Güell y completó su trabajo en 1886. La casa está en un terreno de 500 metros cuadrados, con 4 pisos y un sótano de un piso. El exterior era muy simple, pero el interior era muy hermoso y funcional. Al final del tour nos sentamos en las sillas reclinables en el salón de la casa y disfrutamos de la proyección mapping en el techo.


La casa Güell

Después del tour, le preguntamos a la guía qué restaurante era bueno para cenar? Ella nos enseñó la dirección opuesta a Las Ramblas. Caminamos hacia allí, pero estaba tranquilo y había solo personas locales. Creímos que no habíamos tenido ningún problema durante el día, pero que debíamos cuidarnos así que volvimos a la animada Ramblas.

Entramos en un bar que se llama Orio, cerca del hotel. Estaba bastante lleno, pero pudimos entrar rápido. Había muchos tipos de tapas en el mostrador. Podíamos llevar cualquier tapa de allí. Todas las tapas costaban €2.20 cada una. Cada tapa tenía un palillo y al final pagaríamos según el número de palillos. Todas las tapas estaban deliciosas y comimos una tras otra.

Después de comer alineamos los palillos en un plato para que el mesero pudiera contarlos fácilmente. Comimos mucho y eventualmente pagamos más de €100.00. Según el empleado hay algunos clientes que tiran los palillos en el piso o en sus bolsillos. Nos dijeron que aunque lo saben, cuentan los palillos en el plato. John dijo que en Kenia, un bar como este, absolutamente, quebraría.


Los palillos

Regresamos al hotel y nos duchamos. No había bañera, pero la habitación era espaciosa y cómoda. Al día siguiente íbamos a ir a la Sagrada Familia, así que saqué el billete del tour para revisar las notas. Como estaba escrito en inglés, se lo di a John y me dormí.