Íbamos a participar en el tour para ir al museo Dalí en Figueres ese día. Íbamos a encontrarnos con Kanako y Richard a las 7:45 en el vestíbulo del hotel. A las 7:30 comenzamos a desayunar, tan pronto como el restaurante del hotel abrió y terminamos en 15 minutos.
Luego fuimos al vestíbulo, pero Kanako y Richard no aparecían. Pensamos que ellos estaban durmiendo y le íbamos a pedir a la recepcionista que los llamara, pero Richard apareció. Nos dijo que Kanako no podía encontrar su teléfono inteligente. Luego pudo encontrarlo y apareció en el vestíbulo alrededor de las 8:00.
El tour iba a salir a las 8:30 desde la Plaza de Catalunya. Teníamos que llegar allí 20 minutos antes del tour. La plaza estaba a casi 15 minutos a pie del hotel. Como teníamos 10 minutos hasta la hora de la reunión del tour, decidimos ir a la plaza en taxi. Sin embargo no había ningún coche en la calle principal frente al hotel. La calle estaba cerrada a causa del festival. Corrimos a la plaza rápidamente.
Había varios autobuses en la plaza pero pudimos encontrar el autobús turístico para ir al museo Dalí pronto. El autobús partió a tiempo con un guía que hablaba inglés fluido. El paisaje del autobús también era solo de campos de olivo y John y yo estábamos durmiendo profundamente.
Aproximadamente en una hora, llegamos a la terminal de autobuses en Girona. Desde allí hicimos turismo en el casco antiguo de Girona con una guía local. Luego tuvimos casi 2 horas de tiempo libre. Nos separamos de Kanako y Richard, caminamos en el casco antiguo, despacio, tomando fotos.
Girona
Girona tiene 2,000 años de historia y originalmente fue construida por íberos que vivían en la península Ibérica. De la llegada de los romanos y judíos, y de la invasión de los musulmanes, hay lugares que tienen esa historia en todo el casco antiguo. Yo no podía ver mucha diferencia entre los vestigios de esas culturas porque todo era exótico. Pero el casco antiguo era muy bonito y la vista del puente era maravillosa.
Vista desde el puente
Fuimos a la iglesia y al museo, judíos también. Era una ciudad pequeña, pero el tiempo había pasado muy rápido. El lugar de reunión estaba en la terminal de autobuses y tardaba casi 15 minutos a pie desde el casco antiguo. Compramos los panes que se llaman Xuxo, recomendados por la guía y regresamos a la terminal de autobuses temprano.
Llegamos a la terminal 20 minutos antes de la hora de la reunión y comimos Xuxo. Era pan frito, con crema y cubierto de azúcar. Estaba delicioso, pero demasiado dulce.
Regresamos al autobús y en aproximadamente una hora llegamos a Figueres. Figueres es una ciudad cerca de la frontera con Francia donde nació Dalí y terminó su vida. Desde el autobús ya podíamos ver el edificio del museo del Teatro-Museo Dalí. El exterior con varios objetos era único, por eso era muy fácil de encontrarlo. Nos bajamos del autobús y caminamos por casi 5 minutos y llegamos a la entrada. El edificio había sido un teatro cívico pero en 1974 fue abierto como el Teatro-Museo Dalí.
El Teatro-Museo Dalí
Entramos con el guía quien había viajado en el bus de Barcelona con nosotros. El interior era completamente diferente a otros museos normales y el diseño era único. A John le gusta Dalí, por eso él veía las obras detenidamente. Yo no podía entender sus obras, así que lo disfrutaba como un parque de atracciones.
Interior del Teatro-Museo Dalí
Después de ver el museo libremente por 2 horas, salimos. El guía nos había dado el boleto para entrar a otro museo que se llama Museo Dalí Joyas por eso fuimos a allí. Se muestran las joyas y los dibujos de los diseños de Dalí. Todas eran extrañas. Creí que nadie usaría las joyas aunque les interesaran.
El Museo Dalí Joyas
No tuvimos tiempo para caminar en la ciudad de Figueres y volvimos al autobús. El autobús salió de Figueres alrededor de las 17:30. En el autobús reservamos un restaurante para invitar a Kanako y Richard, la última noche en España. Un árbitro mayor de boxeo de John nos había recomendado unos restaurantes en Barcelona y elegimos uno de ellos.
Después de las 19:00, llegamos a la Plaza de Catalunya en Barcelona. El restaurante estaba un poco lejos, así que tomamos un taxi.
El restaurante que se llama Pez Vela, estaba a lo largo de la costa. Parecía que era muy popular y los clientes sin reserva no pudieron entrar. El empleado nos preguntó cuáles asientos queríamos, en la terraza o adentro. Parecía que en la terraza era bueno porque veíamos la playa, pero le pedimos asientos adentro. Fue correcto.
Entramos al restaurante y luego comenzó a llover mucho. Todos los clientes en la terraza se movieron a los asientos vacantes adentro. El interior del restaurante era muy bonito y los empleados eran muy amables.
Pedimos dos paellas y un plato de pollo. Nos sirvieron las paellas en dos paelleras muy grandes. Era bueno para cuatro personas. Pasamos un buen momento comiendo las deliciosas paellas.
La paella
Mientras comíamos calculamos el costo que cada uno había pagado. Nosotros habíamos pagado más, por eso Kanako nos pagó la diferencia en euros en efectivo. Inesperadamente obtuvimos el euro en efectivo el último día.
Íbamos a pagar el restaurante con ese efectivo, pero Richard ya lo había pagado. Tratamos de pagarlo, pero Richard no lo recibió. Queremos darle algo, de otra forma, algún día. Cuando salimos del restaurante, la lluvia había parado y el mar estaba muy tranquilo.
La playa de Barcelona
Nos dirigimos al hotel en taxi, pero jabamos del taxi en el camino porque todavía la calle estaba cerrada. Luego fuimos a un café y comimos los últimos churros en España. Al día siguiente íbamos a salir más temprano que Kanako y Richard. Por eso nos despedimos de ellos allí porque no podríamos verlos al día sigiente. Regresamos al hotel y empacamos nuestro equipaje.