Me recuperé poco a poco del jet lag y me desperté después de las 6:00. Íbamos a Sevilla en coche de alquiler ese día. Después del checkout, fuimos a la estación en taxi. La compañía de alquiler de autos estaba al lado de la estación.
A las 8:00 el mostrador se abrió y Kanako y Richard manejaron. Tenían que hablar sobre el seguro y otros detalles pero la empleada hablaba inglés con fluidez, así que pudieron manejarlo todo sin problema. Adquirimos un Volvo con un sistema de navegación.
El Volvo
Como los coches en España tienen el volante al lado izquierdo y corre por el lado derecho de la carretera igual que en Estados Unidos, Richard pudo acostumbrarse pronto a conducir. Muchos cruces en España eran rotondas. Richard dijo que no había una rotonda en Estados Unidos y fue su primera experiencia. Yo nunca he visto una rotonda en Japón, tampoco.
Salimos de la ciudad y entramos en la autopista. El paisaje a lo largo de la autopista era solo campos de olivos. En el camino fuimos a una tienda en una estación de servicio. Compramos panes y bebidas y desayunamos en el coche.
Llegamos a Sevilla en casi 2 horas. Sin embargo había muchos callejones estrechos y fue muy difícil llegar al parqueo aunque seguíamos la navegación. Logramos llegar al parqueo confiando en el mapa del libro guía.
Richard ya había descubierto que la mayoría de los hoteles en Sevilla no tenían parqueo propio y teníamos que usar un parqueo público. No era hora de registrarnos así que dejamos nuestro equipaje en el coche y salimos para hacer turismo.
Caminando por la ciudad y estábamos convencidos del porqué los hoteles no tienen parqueo. Había muchos callejones estrechos y sinuosos en los que los coches no podían entrar y el mapa del libro guía era inútil. Nos dirigimos al Alcázar confiando en el GPS del teléfono inteligente de Richard.
Caminamos por casi 10 minutos y llegamos al Alcázar. Ya había una larga cola para comprar el billete para entrar. Kanako y yo estábamos en la cola y Richard y John salieron para tomar unas fotos. La región andaluz estaba muy soleada y hacía mucho calor. Estuvimos en la cola durante, aproximadamente, una hora y finalmente pudimos entrar. El billete para entrar costaba €11.50 por persona.
Decidimos el lugar y la hora de reunión y pasamos unas horas separados de Kanako y Richard. Después del Alcázar íbamos a ir a la catedral cercana. Esperábamos estar en una larga cola otra vez. Decidimos que la primera persona en llegar, estaría en la cola.
El Alcázar de Sevilla se ha registrado como Patrimonio de la Humanidad. El castillo islámico fue usado desde el siglo IX hasta el siglo XI, pero después de la reconquista los reyes católicos lo reconstruyeron. El sitio era muy grande y la decoración interior era muy fina y lujosa.
El Alcázar de Sevilla
Hermosas plantas florecían en el gran jardín y había un baño cerca de allí. Aunque era un baño, era como una larga piscina cubierta. El interior era muy tranquilo y hermoso y muchas personas tomaban fotos allí.
El baño
Había muchas habitaciones que teníamos que ver y las vimos rápidamente. Nos encontramos con Richard y Kanako varias veces dentro del edificio y cada vez retrasábamos la hora de la reunión. Vimos las partes mayores y salimos del Alcázar.
Tomamos bebidas y un poco de comidas en una pequeña tienda cercana y nos dirigimos a la catedral. Kanako y Richard llegaron al mismo tiempo que nosotros y pudimos entrar sin estar en una cola. El billete para entrar costaba €9.00 por persona. En ese momento John no se quejó de pagar para entrar a una catedral.
La catedral y la torre Giralda están registradas como Patrimonio de la Humanidad. La construcción comenzó en 1401 después de destruir una mezquita y se completó en 1519. La catedral es la más grande de España y es la tercera más grande de Europa después de San Pedro en Roma y San Pablo en Londres. He estado en esas dos catedrales. En mi impresión, la catedral de Sevilla parece que es más lujosa que la de san Pablo. Pero no hay catedral que pueda ganarle a la de San Pedro en tamaño ni en lujo. San Pedro es tan lujosa que puedo imaginar que hicieron algo absolutamente malo en el proceso de la construcción.
La Catedral de Sevilla
Dentro de la catedral de Sevilla está la tumba de Cristóbal Colón y las cuatro estatuas de los reyes que componían España en esa época, ellos llevan la urna de Colón. Había muchos adornos finos en todas partes, pero en ese momento ya me había acostumbrado al lujo. Estábamos rezando a Dios porque el día de la cirugía de Lilian sensei estaba cerca.
La tumba de Cristóbal Colón
Subimos la torre Giralda de 97 metros de altura, desde el interior de la catedral. La torre fue construida a finales del siglo XII como un minarete de una mezquita y añadieron campanarios de estilo platerezco en el siglo XVI.
Para subir no había escaleras sino había una rampa. En el camino había algunos espacios de observación y pudimos subir con diversión. En la plataforma de observación a 70 metros de altura había muchas enormes campanas con decoración espléndida. Desde allí pudimos ver la ciudad de Sevilla y el Alcázar que habíamos visitado y sentí el viento fresco.
Vista desde la torre Giralda
Salimos de la catedral y decidimos verificar la ubicación del hotel antes de recoger nuestro equipaje del coche. Porque nos imaginamos que sería muy difícil encontrar el hotel llevando nuestro equipaje. Como era de esperar, encontrar el hotel fue muy difícil aunque usamos el GPS de Richard. Pasábamos por el mismo camino varias veces y finalmente encontramos el Hotel Alcántara.
Llegamos al hotel, pero esta vez no podíamos encontrar el parqueo. Le preguntamos a un hombre en un restaurante cercano y nos enseñó la ubicación del parqueo. Finalmente llegamos al parqueo pasando un camino muy estrecho, entre edificios. Descargamos el equipaje y teníamos que regresar al hotel. Pero pudimos llegar al hotel sin perdernos porque cuando íbamos al parqueo, habíamos tomado unas fotos para marcar la ruta.
El camino al hotel
Hay un teatro flamenco en el mismo edificio del hotel. Nos dijeron que los clientes del hotel podían verlo por €15.00. Lo habíamos visto el día anterior en Córdoba, así que no íbamos a verlo dos días seguidos. Le dijimos al hombre de la recepción del hotel que acabábamos de ver flamenco en Córdoba pero él comenzó a hablar en español rápido y emocionado. Parecía que los bailarines del día eran excelentes y el flamenco era completamente diferente a otros. Pensamos que todos dirían eso, pero decidimos verlo porque era una buena oportunidad. Tratamos de hacer una reserva para ese espectáculo de las 22:00, pero teníamos que esperar a que hubiera una cancelación. Sin embargo el recepcionista nos dijo que era probable que los invitados lo vieran por eso esperamos 15 minutos antes del espectáculo en el vestíbulo del hotel.
Haciendo eso tuvimos tiempo, así que decidimos ir a la plaza de toros de la Real Maestranza. Cuando salimos del hotel, justo antes del primer espectáculo de flamenco del día y había mucha gente con ropa elegante en el vestíbulo. Esperábamos que el espectáculo del día fuera fantástico.
Caminábamos despacio, observando la ciudad y comiendo helado, entonces llegamos a la plaza en menos de 30 minutos. La plaza de toros de la Real Maestranza fue construida en el siglo XVIII. No queríamos ver la corrida de toros, pero nos interesamos en ver la plaza. Compramos el billete para entrar con la guía de las 20:10. Costaba €8.00 por persona.
Pronto comenzó el tour y vimos el interior de la plaza con una guía. Nuestra guía fue una mujer japonesa. Ella guió en inglés y en español. Al principio vimos el museo y luego fuimos a los asientos de la plaza de toros. La plaza de toros justo después de la puesta de sol, estaba tranquila y hermosa. Pero todavía no quiero ver corridas de toros.
La plaza de toros
Entonces comimos tapas en un bar y volvimos al hotel rápidamente. Cuando estábamos esperando en el vestíbulo del hotel, nos llamaron con el número de nuestra habitación. Pagamos €15 cada uno y pudimos entrar. No pudimos beber nada diferente a lo que bebimos en el espectáculo del día anterior. Y nos prohibieron tomar fotos.
Primero comenzó la música flamenca de la guitarra. Solamente escucharla, sentí que la calidad era completamente diferente a la del día anterior. Luego, comenzó el baile y pude entender completamente lo que el hombre de la recepción había querido decir. La punta de los dedos, las expresiones faciales y todo el cuerpo eran artísticos. El espectáculo de una hora terminó muy rápido y todos aplaudimos.
El flamenco en Sevilla
Agradecimos al hombre de la recepción con emoción. Ese día también estuvimos exhaustos y fuimos a la cama pronto.